PAISAJES SONOROS – ECOLOGÍA ACÚSTICA Y PAISAJES AUDIBLES
El Proyecto Paisaje Sonoro Mundial generado en torno al compositor, educador musical e investigador R. Murray Schafer, fue el punto de partida en el Vancouver de los años setenta para lo que entre tanto se ha convertido en una red mundial de investigadores y artistas que se unieron en torno al Foro Mundial de Ecología Acústica (WFAE). El primer estudio de ecología sonora de Schafer describió el “horizonte audible” y la historía acústica de Vancouver, el medio ambiente cotidiano y musical, los sonidos de la naturaleza, los recuerdos sonoros. Los silbatos de los ferrocarriles canadienses con sus ritmos y acordes se constituyen en rasgos sonoros, componentes inconfundibles de la identidad acústica del lugar y, al mismo tiempo, un documento ecológico del pasado de la ciudad. Desde la Universidad Simon Fraser, en donde existen hasta hoy el Archivo de Paisajes Sonoros y los cursos en Comunicación Acústica, el proyecto pionero se extendió alrededor de R. Murray Schafer especialmente hacia Europa y Japón. La pedagogía musical y sonora, los medios y una sociología cotidiana, arquitectura y urbanismo, geografía humana, etnología y bioacústica, fueron abordados por la ecología acústica, los que a su vez la modificaron con el objeto de su estudio.
The Tuning of the World (“La Afinación del Mundo”) de 1977, fue el libro más importante de R. Murray Schafer que estudió el mundo como una “composición sonora y un paisaje sonoro”. Fue el libro de culto de un artista del Renacimiento que compone, dibuja y escribe, y que, como un Thoreau moderno, vive en la naturaleza e investiga muchas culturas mundiales. El autor se refiere a su trabajo compositivo con el término amplio de “Teatro de la Confluencia”. El concepto del paisaje sonoro es un motivo central en su biografía sonora.
Desde un principio, y hasta ahora, el neologismo “soundscape” pretendió ser interdisciplinario y, consecuentemente, lleno de innitidez creativa:
como proceso intensivo y pedagogía amplia del sentido de la audición
como discurso social e interpretación de mundos sonoros vivos, que a través de la composición con paisajes sonoros acceden a un “escenario de ensayo”, para volver a influir como diseño en la cotidianeidad del oído.
La audición de nuestro medio ambiente está dividida y R. Muray Schafer inventó el término “esquizofonía”, la disociación sonora. Se refiere a espacios electroacústicos, como el teléfono y la radio u hoy los “hipermedios”, en los cuales los seres humanos por causa de la tecnología han dejado literalmente de verse. Schafer establece también una relación con la disociación de la conciencia:
en la audición musical en un espacio particular de la cultura audiovisual
y en la no audición en la niebla de ruidos de nuestras ciudades.
R. Murray Schafer escribió: “Yo creo que el medio ambiente acústico general de una sociedad puede entenderse como un indicador de las relaciones sociales, de las cuales es consecuencia, y que a través suyo podemos conocer algunas cosas acerca de la dirección de desarrollo de dicha sociedad.”
Soundscape, paisaje sonoro, esfera sonora o paisaje audible. El término central representa a todo el continuo de música, habla, ruido, incluyendo los sonidos sintéticos y el silencio. La disciplina ecología acústica aborda al ser humano y su relación con lo audible como campo central de estudio. El ser humano no es el objetivo de los estímulos, sino el intérprete de su mundo perceptivo. Desde R. Murray Schafer los ecologistas sonoros se diferencian de la acústica tecnológica y la medicina, así como de la música experimental (concreta) de ruidos, a través del cuidado de oídos [N. del T.: “ear-care”, en el original] para los espacios acústicos vivientes. Su percepción no es la del objeto sonoro libre, sino la del acontecimiento sonoro vivido. Los sonidos traen mensajes, conexiones con la vida cotidiana y sentimientos. El oyente participa en la composición de su medio ambiente acústico, que entiende como habla: lenguaje sonoro [N. del T.: Klanguage, en el original. Juego de palabras entre Klang = sonido, en alemán, y language = lenguaje, en inglés].
El investigador sonoro sueco Ola Stockfelt dice: “Oír es componer. El oyente y sólo el oyente es el compositor de la música”.
La compositora alemana-canadiense Hildegard Westerkamp, antigua asistente de investigación de Schafer, se ha hecho conocer entre tanto como educadora de la audición en Europa, Brasil, India y Japón, a través del desarrollo de trabajos para una audición abierta. En el movimiento del paisaje sonoro -quizás sin proponérselo- influyó decisivamente sobre la especie de la composición con sonidos ambientales (“environmental composition”). “Soy compositora, reciclo sonidos.” Sus obras son refinadas imágenes sonoras y a la vez mensajes ecológicos acerca de la fragilidad de la naturaleza, el oído y la comunicación humana.
El profesor Barry Truax, renombrado compositor informático e investigador, desarrolló el concepto del paisaje sonoro, en el sentido de Schafer, como comunicación acústica: un amplio análisis interdisciplinario de sonido y significado, cultura y sociedad, tecnología y composición digital. Los paisajes sonoros digitales son, en opinión del compositor, escenarios de ensayo para la vida en futuros mundos sensibles. Un devenir de los sonidos antes de ingresar a la realidad.
Pero aún después de 30 años de una práctica e investigación sobre el paisaje sonoro parece que la brecha entre una utopía del silencio y el ruido sigue siendo igual de grande. El sonido y el ruido siguen siendo perspectivas interrelacionadas. La investigación sobre paisajes sonoros “real”, como síntesis entre arte y ciencia, estableció un influyente inicio a partir de la educación sonora, los paseos sonoros y la argumentación fundada y crítica.
La red que ha crecido rápidamente en los últimos años de los “paisajistas sonoros” [N. del T.: “soundscapers”, en el original] deberá comenzar a influir desde todos sus epicentros en nuestra esfera sonora global, en la comunicación y el discurso, diseño y arte, o, mejor aún, en algún lugar intermedio, en tanto “audio virtual” y mensaje ecológico en la frontera del ciberespacio.
El investigador musical Helmut Rösing dice escépticamente en el Manual de Psicología Musical: “La realidad acústica muestra que aún estamos muy lejos de ese pensamiento de ecología sonora. (…) Todas las medidas de diseño sonoro hasta la ‘estetización del medio ambiente’, intentan solamente curar la superficie de nuestro paisaje sonoro, sin eliminar los síntomas. Sólo una profunda transformación de la sociedad, y no el diseño sonoro o la ecología sonora, será en última instancia capaz de mejorar nuestro paisaje sonoro cotidiano.”
Bibliografía
Helmut Rösing entre otros (1996), Handbuch der Musikpsychologie, Reinbek
R. Murray Schafer (1977), The Tuning of the World, Nueva York
Barry Truax (1984), Acoustic Communication, Nueva York
Hans U. Werner (1992/1995), Soundscapes – Eine klangökologische Spurensuche, Basil